CASA BALCANES
  Actualidad   Constanza 05/03/2013

Un gigante del balonmano español en Constanza

“Hay que abrir nuevos horizontes, buscar nuevas metas y seguir peleando por el futuro”

Alberto Val es uno de los pocos españoles que pueden decir algo más que Drácula al pensar en Rumanía. Lleva desde el verano en Constanza, la antigua Tomis donde fue desterrado el poeta romano Ovidio por el emperador Augusto que encontró demasiado verismo en su “Arte de amar”. El de Casetas, Zaragoza, que juega en la posición de pivote en uno de los equipos estrella de Rumanía, nos explica las condiciones de su "castigo" en tierras lejanas…

¿Te has sentido en algún momento exiliado en Rumanía o es una opción para un deportista de élite, al mismo nivel de juego y oportunidades salariales que España?

No me siento castigado ni mucho menos. De primeras vienes con miedo, pero luego llegas aquí y es bastante distinto a la percepción inicial. Ahora mismo aquí en cuanto a nivel de juego, salarios y ya no sólo en el deporte, sino en cualquier sector laboral está al mismo nivel. Coincido en los aeropuertos con muchos ingenieros, arquitectos y gente que se dedica a obras inmobiliarias, porque como ahora en España no hay trabajo se vienen todos para aquí y la gente con la que he hablado está encantada.

Eres uno de los fichajes estrella. ¿Salir de España era algo que tenías dentro de tus planes?

No, la verdad en ningún momento, porque he estado jugando en el CAI, el equipo de Zaragoza, uno de los más potentes de la liga española, pero tal y como está la situación ahora mismo en España afecta a todo el mundo, y sobre todo al balonmano que sigue siendo un deporte minoritario. Había una serie de impagos en el club y si sigues haciendo tu trabajo, pero sigues sin cobrar, pues hay que buscarse otro equipo.

La imagen que se tiene de Rumanía como un país pobre no encaja en tu caso, porque para ti ha significado toda una oportunidad laboral…

La verdad es que sí. El HCM Constanța, que es el equipo por el que ha fichado, es el primer clasificado de la liga rumana y aparte juega también en competición europea que es como la Champions League, o sea que estamos jugando contra los mejores. Hay buen nivel aquí.

Hubo jugadoras que se marcharon a Serbia. ¿Los Balcanes se están convirtiendo en una salida profesional interesante para el balonmano o simplemente son equipos con cuentas saneadas y no es tanto el atractivo de su nivel de juego?

Pues un poco de todo, porque en España la situación es bastante grave. Creo que de las componentes de la selección española sólo están jugando tres en España nada más, todas las demás se han tenido que ir al extranjero porque los equipos no pagaban y los chicos casi más de lo mismo. Antes apenas había españoles en el extranjero y estos últimos años ha sido un éxodo masivo a donde pagan o hay más nivel, ya sea Francia, Alemania, Dinamarca, Serbia, Montenegro, Macedonia, Hungría o donde sea, porque hay que buscarse las castañas.

¿Cómo recibieron en tu familia la noticia de que te marchabas a Rumanía?

Al principio con un poco de sorpresa, porque ni se lo esperaban, pero llegó una buena oferta y tuve la oportunidad de vivir esta experiencia de vivir en el extranjero, conocer otra cultura, otra gente, vivir el deporte en otro lugar donde no había estado compitiendo. Se lo tomaron de la única forma que podían tomárselo, porque cuando no hay otro remedio hay que tirar adelante.

¿Te has marchado solo o te has ido con tu pareja?

No, estoy soltero ahora mismo.

O sea que podrías volver con una novia de Rumanía…

Sí, nunca se sabe.

¿Sobre eso te ha prevenido la familia?

No, si lo han hecho ha sido de broma, pero si sucediera no habría ningún inconveniente.

¿Entra en tus previsiones quedarte si te renuevan o es una experiencia con fecha de caducidad?

De momento tengo un año de contrato con opción a otro más, pero hay que hablarlo y habría que ver si seguimos en Constanza, en Rumanía o si probábamos en otro país distinto. Hay que ver cuáles son las mejores opciones y todo se valoraría. .

Jugar en rumano

¿Es muy distinta la forma de jugar en Rumanía de la de España?

No me esperaba que fuera a haber tanto cambio, porque en España el balonmano es un juego más técnico, más táctico, de acciones, de jugadas, hay más movimiento de balón y en cambio aquí es mucho más físico, más de correr, de lanzar, de gente muy rápida y muy fuerte, pero en acciones y combinaciones no hay tanto como en España.

¿Y eso está siendo una dificultad para ti o va a servirte para mejorar tu efectividad ?

La verdad es que sí, porque hay mucha diferencia en el estilo de juego, se hace muy rápido y hay que adaptarse. Ya nos hemos adaptado y estamos jugando y de momento están saliendo bien las cosas, porque en la liga rumana seguimos en primera posición y en la competición europea aún estamos con opciones de pasar la fase de grupo, así que estamos muy contentos.

¿Antes de que te llegara este fichaje te habían contactado desde algún otro equipo del país?

Cuando jugaba en el Barcelona vine a jugar a esta misma ciudad hace ocho o nueve años, porque coincidió que el Constanza y el Barcelona estaban en la misma fase de grupo. Luego se pusieron en contacto conmigo, seguimos hablando y al final llegamos a un acuerdo.

¿Te has adaptado fácilmente?

Es el cambio de ciudad, de idioma, de gente, de costumbres…, al principio costó un poco, lo que pasa es que la gente es muy amable, muy receptiva y me han ayudado muchísimo. Constanza tiene aeropuerto, pero la verdad, no tiene mucha combinación de vuelos, así que fueron a buscarnos a Bucarest en coche que está a menos de dos horas y media.

O sea que no has sido el único español que hemos exportado…

Se vino conmigo Xavier Humet de Barcelona. La verdad es que primero firmé yo y me vine solo, a la aventura. Nos recibieron con los brazos abiertos y nos ayudaron sobre todo tanto para instalarnos como para conocer a los compañeros, a la directiva y todo fue muy bien.

¿Ha sido fácil integrarte en los entrenamientos por la proximidad idiomática del rumano?

Desde el principio fue todo muy bien. Lo bueno que tienen los extranjeros es que todo el mundo habla inglés, algo que no pasa en España. Nos ayudaron mucho y poco a poco estamos aprendiendo a chapurrearlo y la verdad es que se entiende bastante si te hablan despacio. Si llegara a renovar más años seguro que al final acabo entendiéndola y siempre viene bien un idioma más. Pero de momento como no la hablamos suficientemente bien, seguimos hablando en inglés con los compañeros, porque aparte de los rumanos tenemos serbios, macedonios y montenegrinos.

¿Y con esa mezcla de jugadores de todos los Balcanes se notan las discordias?

Yo creo que es más una cuestión de políticos, porque hemos tenido alguna comida conjunta y tampoco había tanta discordia entre ellos.

¿Y por la calle te reconocen?

Juego la posición de pivote y por mi envergadura –mido 2,08 y peso cien kilos- en otras zonas del norte como Cluj, Transilvania donde hay más afición al balonmano te paran, pero aquí si no te conocen, saben que te dedicas al deporte, ya sólo por la altura. Así que, sí que llamamos un poco la atención.

¿La gente sabe dónde está Zaragoza?

A algunos que han estado en España les suena que está entre Madrid y Barcelona, pero realmente pocos han estado en la ciudad

¿Les extraña que haya españoles emigrando, porque hasta ahora era casi al revés?

Hasta hace un par de años todos los extranjeros querían venir a España porque era una de las mejores ligas que había en el mundo y se vivía bien, pero las cosas están cambiando y ellos ven las noticias y se dan cuenta de que existe un problema grave con el trabajo y lo entienden.

Turismo a vista de pivot

¿Te ha dado tiempo a hacer turismo por alguna otra ciudad, aparte de Constanza?

Lo más típico de Constanza es el casino y el puerto. A Bucarest hemos ido bastante, aparte de por la cercanía, porque la capital tiene más cosas para ver como el Parlamento de Ceaucescu que es impresionante. El centro y norte de Rumanía, Transilvania, con el castillo de Drácula, Sibiu o Brasov, con su iglesia negra, toda esa zona es realmente preciosa.

La gente que piensa en Rumanía como un país de gente peligrosa ¿qué nos puedes decir?

(Se ríe) La gente tiene muy mala percepción en España, pero luego llegas aquí y la gente es muy amable. Nunca hemos tenido ningún altercado. Está claro que hay pobreza, pero también hay gente muy rica; hay mucho contraste económico.

¿Echas de menos la comida casera?

Al principio un poco, pero es muy parecida, aunque las comidas son muy especiadas. Aparte de eso también están muy ricas. Una curiosidad graciosa es que el pato se dice “rata”, así que, lo mismo si me escuchan mis amigos pedir filete de rata piensan que he cambiado de dieta (se ríe). Hay muchas variedades de pan: de cebolla, de patata, de maíz y es muy curioso. El plato más típico que he probado, la çorba, que es como una sopa, la hacen de todo tipo, de cerdo, de ternera, de huevo y están buenísimas. La çorba me encanta. De Rumanía e el plato que más me gusta.

Sabes que en argot çorba significa chica, ¿hay alguna otra palabra que lleve a confusión?

No conozco otra más que ésa. De momento lo que nos han enseñado es a saludar, los números, los días de la semana… y a tener una conversación básica, aunque poco a poco estamos mejorando. Los compañeros del equipo lo primero que te enseñan es a insultar a los contrarios (bromea). Me han enseñado alguna palabra para no pronunciar nunca, salvo que realmente quieras bronca con otra persona.

¿Qué es lo que más te llamó la atención de la ciudad al llegar?

Es una ciudad muy turística, porque es el puerto más importante y en verano se junta en la playa toda la gente que viene a veranear. En verano hace muchísimo calor,40 grados, y en invierno estamos a diez o quince bajo cero y es bastante chocante. Como es una zona bastante llana tenemos la suerte de que hay bastante sol durante todo el año y resulta muy agradable. Lo único es que durante la noche hay poca iluminación, pero nosotros no hemos tenido ningún problema y no suele haber desgracias. Lo que sí tienen que tener cuidado si vienen de España es cuando conduzcan, porque conducen muy mal.

¿Qué echas de menos que no encuentres allí?

Aparte de la familia y los amigos, la posibilidad de ir al cine o comprar libros en español, todo lo demás se puede hacer sin problemas.

Autora: Alicia González
Actualidad de los Balcanes Balcanes 14/05/2013

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