CASA BALCANES
  Sociopolítica   Albania 16/06/2013

Elecciones en Albania: ritmo lento

Autora: Marjola Rukaj

Son unas elecciones que todos consideran cruciales, en primer lugar la Unión Europea. Pero en Albania se aproximan a las elecciones del próximo 23 de junio sin grandes cambios (a mejor) respecto al pasado. Una revisión

Los albaneses se acercan a una de las citas electorales más importantes de los últimos años. Aunque a primer vista son pocas las novedades: la campaña electoral parece una de las menos espectaculares y probablemente más pobres de los últimos años; carteles electorales reducidos a la mínima expresión y mítines electorales que recuerdan el populismo y los baños de masas de los líderes del régimen comunista. Además, como en campañas anteriores, los programas electorales parecen ser la última preocupación de los políticos y el principal elemento del discurso público sigue siendo - como en el pasado - el enfangar al oponente sin descanso para que vean la luz asuntos personales irrelevantes para el interés público.

Bipolarismo y antipolítica

Sali Berisha, el primer ministro saliente, pretende gobernar por tercer mandato consecutivo. El Partido Demócrata no tiene un programa electoral estructurado, pero promete continuar con las políticas implementadas hasta el momento. Recita "Perpara" (Adelante), su lema principal. El contenido de la campaña del partido de Berisha se basa en el trabajo de la pasada legislatura incluyendo la integración del país a la OTAN, la liberalización de visados ​​con la zona de Schengen, y las numerosas obras públicas emprendidas en la infraestructura del país. A raíz de lo que ya hecho, el primer ministro promete nuevas reformas y contrataciones, la integración europea de Albania y la liberalización de visados ​​con EEUU.

Una novedad – muy discutida - del la actual campaña electoral ha sido la comunicación directa con la que Berisha ha escogido transmitir su oferta política: nada menos que un sms privado con la firma "S. Berisha" en los teléfono móviles particulares de gran parte de la ciudadanía.

No han faltado el sesgo irónico sobre lo sucedido mientras que pocos se han molestado de debatir la legitimidad de violar la privacidad de los ciudadanos, sea por parte del primer ministro, sea por parte de las compañías de telefonía móvil que han hecho posible la iniciativa.

Como en elecciones precedentes sigue ocupando el centro de atención el hecho de que el primer ministro lleve un chaleco antibalas y que en los anuncios electorales si cara aparezca muy retocada y casi artificial frente a otras ocasiones.

El Partido Socialista (PS) de Edi Rama se ha reinventado con el eslógan Rilindje (Renacer), con un nuevo color que frente al rosa anterios se acerca más al morado, como para simbolizar lo que Rama repite continuamente de estar más allá de la política, más allá de la derecha o la izquierda, o los regionalismo, apuntando también al electorado tradicionalmente azul (el color del partido de Sali Berisha), que se ha sentido defraudado durante la última legislatura.

Lo que el PS ofrece como su programa de partido, estructurado con consignas que se refieren a cosas muy genéricas y llenas de buenas intenciones de los padres de la patria en los tiempos del Renacimiento albanés, está poco articulado y a menudo se basa en un análisis de expertos, baste pensar en las propuestas políticas para potenciar el mercado de trabajp que no analizan en absoluto el mercado laboral actual del país.

En cualquier caso, el PS de Edi Rama ha logrado superar sus divisiones internas y parece probable que se mantenga unido hasta las elecciones.

Al igual que en el pasado emergen claramente los vínculos entre la política albanesa, los medios de comunicación y los hombres de negocios.

Muy debatida ha sido la iniciativa de Edi Rama que ha designado en la zona de Vlora a uno de los magnates de la industria de la construcción y los medios de comunicación en el país, Koço Kokedhima. El apoyo al Partido Democrático de Berisha por parte de TV Klan, una de las televisiones nacionales más importantes, ha llegado a una situación embarazosa en la que durante un programa de entrevistas el periodista Blendi Fevziu censuraba a Artan Lame del PS para privilegiar al actual ministro de Transporte, Sokol Olldashi del PD.

Ilir Meta y el tercer polo fallido

La lucha contra el desempleo parece el principal objetivo del LSI de Ilir Meta, que participa en la campaña electoral con el eslogan “Te ecim shpejt” (Caminamos rápido). Ilir Meta que ha roto con Sali Berisha para aliarse con el PS de Edi Rama, ha manifestado en repetidas ocasiones que quiere llegar al gobierno y que le gustaría llegar a ser posiblemente el nuevo primer ministro, aunque aclarando que todavía no ha alcanzado un acuerdo con Edi Rama al respecto. Algunos analistas de Tirana han interpretado tales afirmaciones como una especie de puerta abierta, para abandonar de nuevo el PS de Rama y aliarse con el que mejor le convenga. Nadie se escandalizará, vista la experiencia de las elecciones precedentes.

Los nacionalistas de Kreshnik Spahiu se han redimensionado, pues en este tiempo lo han abandonado algunas figuras destacadas dentro de la Alianza rojinegra. Aunque no parecen muy claros los motivos, parecen similares a los que agrietaron en los partidos más tradicionales de la política albanesa, un fuerte centralismo del líder y la intransigencia de Spahiu, al no decidirse por una de las dos posibles coaliciones de gobierno, una decisión crucial y necesaria para asegurar la supervivencia de un partido nuevo, pequeño y extremista.

Spahiu, siempre activo en los medios de comunicación albaneses, ha empezado recientemente a volcarse en el victimismo y en el mesianismo comparando sus dificultades con los inicios de figuras religiosas como Jesús o Mahoma. En Tirana no falta quien asegura que Spahiu es un as en la manga de Berisha para usarla en caso de necesitarlo para lograr la mayoría de gobierno. Con el descrédito de Spahiu queda claro que en Albania sólo con el discurso nacionalista no se puede ir muy lejos, pero por otra parte está por demostrar que después de todo los albaneses sean fieles a los grandes partidos y a sus sistemas clientelares.

En la actual campaña electoral han surgido importantes candidatos independientes. Entre ellos Dritan Prifti, el político che ha puesto el foco en el video sobre el caso de corrupción en que se vio involucrado Ilir Meta. Se presentará por Fier, su región de origen y bastión de los socialistas.

Arben Malaj, ex ministro de Finanzas del PS, se presenta candidato en Valona, después de abandonar el PS di Edi Rama en la última crisis de partido pocos días antes del comienzo de la campaña electoral.

Será decisivo en la formación del nuevo gobierno del partido de las minorías étnicas PBDNJ y su oponente PDIU nacionalista. Como representantes de grupos políticos bien definidos, estos dos partidos tienden a ser cada vez más integrado en coaliciones ganadoras.

Por último, el partido político del ex presidente Topi, FRD, pretende convertirse en la "verdadera" derecha albanesa y en obtener los votos de los antiguos fieles a Berisha.

Medios y apariciones

Incluso en la actual campaña electoral la transparencia mediática y la compra de votos parecen ser el verdadero talón de Aquiles del país. La mayoría de los partidos albaneses tienen una redacción de ex periodistas que siguen, graban y montan o escriben las piezas que después se presentan en los medios nacionales o locales.

Y los periodistas de los medios tienen la obligación de publicar o difundir el material que se les entrega.

La novedad de esta campaña es que por fin se decidió poner veto a esta situación. La Unión de Periodistas Albaneses ha organizado el 6 de junio una protesta contra este fenómeno fuera de las sedes de los principales partidos. Pero el evento, según el periodista Anila Basha, fue prácticamente fallido, ya que los periodistas participantes se podía contar con los dedos de una mano.

Otro fenómeno desconcertante de las campañas electorales albanesas es la militancia (de hecho, se trata de una suposición), extras que siguen a los partidos a todos los mítines electorales. Es fácil de encontrar entre ellos a grupos de desempleados que por unos 300 euros mensuales se ofrecen como extras electorales, con la promesa de votar al partido por el que han sido contratados.

Aunque está claro que las elecciones del 23 de junio son cruciales para el futuro del país, entre el habitual clientelismo y los políticos que apuntan exclusivamente al poder, la actual campaña electoral no promete el gran cambio que Albania tendría que poner en marcha en 2013.

Un dossier

Sondeos, artículos y comentarios en este dossier a cargo de OBC sobre las elecciones albanesas del 23 de junio.

Fuente: Osservatorio Balcani e Caucaso. (© Todos los derechos reservados, traducido del original italiano).

Enlaces de interés:

Old habits die hard as Albania election draws near

In Albania, a Litmus-Test Campaign

Albania’s June Elections: A Key Test for Democracy

Foro político y social Turquía 13/06/2013

Catherine Ashton insta a Erdogan a aplicar prácticas democráticas más elevadas

Declaración de la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, sobre los últimos acontecimientos en Turquía
Foro político y social Turquía 04/06/2013

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